Se viene el estallido.

En mi interminable lista de pendientes esta un tema que hoy por hoy esta de moda:
Los flaites.
O los nuevos rotos chilenos, como me gustaria llamar a esta nueva estirpe.
Mas alla de las zapatillas vistosas o los pantalones colgantes, el flaite es un perfecto reflejo de una nacion ad-portas del primer mundo, como algunos afirman.
El flaite es un individuo que a mi parecer, atraviesa los estratos sociales.
Asi, en mi propia definicion del termino, el flaite no es necesariamente un habitante de la periferia de la ciudad, falto de oportunidades y merodeador por excelencia.
En el actual estado de facilismo, de sueños televisivos rapidos, de hedonismo e ignorancia, el flaite brota espontaneamente en todas los rincones del pais.
Flaite es aquel que privilegia la vida facil, el exhibicionismo, la ostentacion de simbolos de supuesto poder o status y el desprecio absoluto por el sacrificio, caracteristicas que se conjugan con una ignorancia absoluta y con el gusto por ritmos musicales pobres, aunque atractivos.
De esta forma, en las esquinas de comunas pobres o en el Shopping La Dehesa, el flaite reina en gloria y majestad.

Cual estallido?

La situacion del flaite es compleja.

El flaite de un lado tiene altas probabilidades de protagonizar revueltas al mas puro estilo parisino, en algunos años mas. Discriminado por su nombre, por su aspecto y por su origen, el flaite terminara por organizarse y hacerse notar ante la falsa promesa de un suburbio tranquilo, apacible y ordenado, entre otras promesas incumplidas.
La revolucion de los Brayatanes es algo que a ningun candidato le quita el sueño en todo caso.

Por otro lado, el flaite del otro lado, corre el riesgo de no saber llevar la responsabilidad heredada de sus antecesores en lo economico, politico y social, situacion que nos hara tener elites cada vez menos preparadas para responsabilidades que no sean usar el control remoto.

Asi, en pais de libre mercado como el nuestro el flaite sera rey.

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